Seguro que has oído hablar del ácido hialurónico, es uno de los ingredientes estrellas de la cosmética y está de moda, como en su día lo estuvieron las coenzimas Q10, el bótox o el colágeno… ¿Pero qué es exactamente el ácido hialurónico? Y sobre todo: ¿para qué sirve? ¿Es realmente útil o es sólo una estrategia de marketing de la industria de la belleza? En definitiva, qué puede hacer por ti el ácido hialurónico. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre el ácido hialurónico en el cuidado de la piel. ¡Sigue leyendo!
Lo primero que debes saber es que el ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en la piel. ¿Por qué necesitamos, entonces, aplicar una crema con este ingrediente? Pues porque, con el paso de los años, vamos perdiendo este elemento clave para mantener el correcto funcionamiento de las células, su energía y vitalidad. ¿Por qué? Pues porque el ácido hialurónico básicamente regula el equilibrio hidrodinámico de las células. Ya sabes que el cuerpo humano es un 70% agua, así que es imprescindible que el líquido fluya correctamente para mantener el funcionamiento de las células, su nutrición y comunicación.
El ácido hialurónico actúa como una auténtica “esponja” ya que es capaz de contener hasta 1.000 veces su peso en agua, de ahí que ofrecer un boost de ácido hialurónico ayude a mantener la óptima actividad de las células cutáneas y, por lo tanto, una mejor salud del rostro. El tratamiento ideal es el que combina ácido hialurónico de diferentes pesos moleculares con un activador de acuaporinas, que son las proteínas encargadas de transportar el agua al corazón de la célula puesto que de poco sirve tener mucho ácido hialurónico si no puede moverse libremente por las células.
La línea Power Hyaluronic de Skeyndor no sólo contiene ácido hialurónico en alta concentración (por algo somos una marca de cosmecéutica y no simple cosmética) sino acuaporinas que en combinación permiten la adecuada distribución del agua en todos los rincones de la epidermis, son capaces de incrementar las reservas dérmicas y epidérmicas de agua y mejoran la función barrera que protege la piel, además de ayudar a regular el proceso de descamación. Con todo, la línea hidratante de Skeyndor consigue no sólo hidratar en profundidad la piel sino también evitar la pérdida de agua y, sobre todo, proteger las células en profundidad al combinar fragmentos de alto y muy bajo peso molecular.
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