Según la OMS, el 92% de la población mundial vive en un entorno demasiado contaminado. Tal vez por eso nuestra sociedad está cada vez más concienciada sobre los efectos nocivos de la contaminación: problemas respiratorios, alergias…. Pero la polución no sólo afecta a la salud de las personas. ¿Sabes cuáles son los efectos de la contaminación sobre la piel? ¡Te lo contamos a continuación! Y por supuesto también te descubrimos pequeños gestos para prevenir y reparar esos efectos perjudiciales. ¡Protege tu piel de la contaminación ambiental!
Volver a la rutina después del verano implica, en muchos casos, volver a los atascos, al ruido de los coches y al humo de sus tubos de escape, que acabamos respirando junto a otras partículas suspendidas en el aire, especialmente en grandes ciudades y entornos urbanos. Esos agentes contaminantes producen un estrés oxidativo sobre nuestras células, afectando a sus mecanismos de reparación, con lo que la piel pierde vitalidad y surgen problemas cutáneos, como manchas, acné o sensibilidades.
Contaminación ambiental y envejecimiento prematuro de la piel
Afortunadamente, cada vez estamos más concienciados sobre la necesidad de reducir la contaminación, pero mientras los índices de limpieza del aire no sean los de años atrás, mejor protegernos de su exposición, igual que nos protegemos de la radiación solar. Y es que el 70% del envejecimiento de nuestra piel proviene de factores externos, como el sol o la contaminación ambiental.
Los radicales libres de esas partículas contaminantes atacan nuestras células, dañándolas y debilitándolas hasta extremos de no recuperación. Sabemos que es muy difícil escapar a los efectos de esos agentes, pero sí podemos crear una barrera protectora para minimizar sus daños.
Gestos para prevenir los efectos de la contaminación sobre la piel
Primero de todo, es importante mantener unos buenos hábitos de higiene. La limpieza de la piel es fundamental para retirar los detritus que se van depositando y que nos atacan y contaminan. Así pues, hay que desmaquillarse cada día con un tónico, leche o agua micelar, según cada tipo de piel.
Dentro de esa higiene diaria, conviene exfoliarse una o dos veces por semana para asegurarnos de retirar el exceso de células muertas y dejar que la piel respire. Favorecer la respiración celular ayudará a que nuestras células tengan una mejor energía y actividad. Para ello, os recomendamos la mascarilla purificante MyMask Dark Charcoal a base de carbón activo vegetal, arena volcánica de Islandia y agua termal del sur de Francia. Por último, pero no por ello menos importante, hay que protegerse a diario. Para ello hemos creado específicamente la línea Power Oxygen, que actúa doblemente. Por un lado, desvía las partículas ambientales mediante una barrera que protege la piel y, por otro, proporciona a las células el oxígeno que necesitan gracias a una molécula que atrapa el O2. De este modo, las pieles fatigadas y asfixiadas por la contaminación consiguen recuperar su vitalidad, reduciendo el estrés oxidativo de los ambientes urbanos. ¿Es tu caso? ¡Prueba Power Oxygen y haz que tu piel vuelva a respirar tranquila!
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