En el anterior post ya te contamos las causas de las manchas en la piel. Pero cuando hablamos de manchas no sólo hablamos de las que se parecen a una mancha de café, que son probablemente las que reconocemos antes y por las que nos alarmamos más. En realidad, existen varios tipos de manchas:
- Pecas: son pequeñas manchas marrones, frecuentes en personas de pelo y piel claras, que no presentan ningún inconveniente respecto a la salud, pero que se hacen más intensas con el contacto con el sol.
- Lunares: marrones, negros, con relieve o sin. Suelen estar presentes desde el nacimiento de una persona. En principio no suponen ningún problema relacionado con la salud, como las pecas, pero hay que vigilar que no piquen ni sangren ni cambien de forma brusca de color, tamaño o forma.
- Manchas producidas por una excesiva exposición al sol: causadas por un aumento de la melanina. Las manchas de este tipo suelen presentar un aspecto irregular y suelen aparece en gente mayor, que ha tomado mucho el sol.
- Melasma: este tipo de mancha se suele asociar a un incremento de las hormonas femeninas, producido por los anticonceptivos, pero sobre todo se relaciona este tipo de manchas con el embarazo, pues es cuando las mujeres experimentan un mayor cambio hormonal.
- Vitíligo: son manchas de color blanco rodeadas de un borde más oscuro y aparecen como consecuencia de la pérdida de pigmentación en la piel, asociada, normalmente, a nervios y estrés.
- Melanoma: estas son manchas de carácter maligno, una de las formas del cánces de piel. Pueden presentar distintos colores (negro, café o canela) con formas irregulares y es fácil que se confundan con lunares.
Esperamos que esta aclaración entorno a los tipos de pigmentos, te sirva 🙂
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