La piel expuesta durante el día a inclemencias del sol, la polución y el estrés tiene la necesidad de protegerse de todas las agresiones que recibe; por el contrario, al llegar la noche aprovecha las horas nocturnas para regenerarse y repararse de los daños ocasionados.
Este comportamiento está regulado por un reloj biológico interno (ritmo circadiano), y su correcto funcionamiento es necesario para el mantenimiento del tejido. Este reloj biológico permite que las células madre se dividan en los momentos en los que la piel ya no está expuesta a posibles daños, cuando sería más vulnerable.
Los ritmos circadianos se regulan principalmente por dos genes, Bmal1 y Period1/2, que controlan la actividad o reposo en la regeneración celular y permiten que haya un ajuste preciso del comportamiento de las células madre. El sistema se adapta a las necesidades del tejido según la hora del día y que haya un reemplazo de con un mínimo riesgo de agresión en el ADN.
Se desconocen las causas concretas por las que en el cuerpo se llegan a establecer estos ritmos: el cambio de luz durante el día y la noche, la temperatura, la ingesta de comida, etc. Este reloj interno regula nuestras células, frenando el envejecimiento y trabaja hasta tres veces más deprisa de noche que por el día.
A partir de los 25, el cuidado de la piel cobra especial relevancias y las rutinas nocturnas son vitales en el proceso de reparación.
3 sencillos pasos
- La limpieza un paso esencial. Aunque nos dé pereza desmaquillar la piel aunque consideremos que no llevamos maquillaje para retirarlo, al retirar restos de maquillaje, eliminamos también partículas contaminantes que generan radicales libres y asfixian nuestras células. Con la limpieza conseguimos que nuestra piel respire, se oxigene y se vitalice.
- De día hidratación, protección y líneas escudo para que por la noche podamos disfrutar de líneas intensivas reparadoras y antiedad.
- Por la noche, puro tratamiento. Según la edad, el estado de la piel, la época del año o la necesidad ofreceremos un tipo de activo u otro.
Exceso de sol, arruga, flacidez y manchas
Si la piel se ha expuesto al sol en exceso, los tratamientos nocturnos por excelencia son los que contienen vitamina C. La línea vitalizante Power C+ estimula la reparación de nuestras células y bloquea la acción de los radiales libres. El sol con sus radiaciones UVA y UVB desordenan la pigmentación, alteran la función de nuestras células y atacan el ADN celular. Un activo fundamental en este caso es la vitamina C. Esta actúa a dos niveles celulares: superficial, sobre la epidermis, bloqueando de forma inmediata su acción y regulando los desórdenes pigmentarios, y profundo fomentando la reparación del ADN celular.
Si necesitamos reparar arrugas por falta de densidad, los tratamientos nocturnos más reparadores son las células madre de Eternal. El trabajo sobre las células madre epidérmicas es imprescindible. Cuando las pieles muestran arrugas generalizadas por todo el rostro y pierde grosor, Eternal es la línea. Los factores usados para activar nuestras propias células madre, permiten aumentan el número de células activas, retrasar su entrada en la senescencia, y activando su funcionalidad. Piel más activa, más funcional y reparada.
Cuando de flacidez se instala en la piel, tratar la piel por cada noche con Global lift. Redefinir el óvalo facial es tarea ardua complicada, Global lift es una estrategia de tratamiento que mejora el rendimiento de los fibroblastos, activa la formación de nuevo colágeno en la piel y retensa los tejidos para un óvalo perfecto y redefinido.
Si deseamos controlar las manchas, imprescindible como tratamientos nocturnos el tratamiento Derma peel y Urban White. Cada noche, el trabajo específico sobre las células responsables de la pigmentación, los melanocitos, reducirá de forma específica la carga de pigmento producido y unificará el tono de la piel.
Si la cosmética nocturna es hasta tres veces más eficaz que aplicarla de día, mantener los resultados conseguidos es fundamental. No olvides protegerte.
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