La vuelta a la normalidad sabe muy diferente con el alma renovada. Y es lo que te dan unas buenas vacaciones. Pero la cosa es muy distinta para tu piel. Sí, sabemos que lo has notado en el reflejo del espejo. No estás sola. Es lo más habitual cuando obligas a tu piel a combatir durante tantos días contra tantísimos enemigos: la radiación solar, la salinidad del mar, el cloro de la piscina, el roce de la arena, los cambios bruscos de temperatura, la deshidratación, la falta de cuidado cosmético como consecuencia del constante ocio… Casi es un milagro que no se encuentre peor. ¿La buena noticia? En Skeyndor hemos desarrollado múltiples tratamientos orientados a reparar los daños provocados por los excesos del verano en tu piel. Permítenos presentártelos.
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