Has vivido unas fiestas navideñas inolvidables. Estaban todos los ingredientes: las vacaciones que merecías, las personas que amas, los regalos que esperabas y, sí, los excesos que decidiste permitirte. Porque si hay una época del año en la que puedes relajarte un poco es precisamente esta. Está bien. Te lo has ganado a lo largo del 2022. Estos días de inmoderación son tu premio. Eso sí: ahora las navidades llaman a tu puerta para cobrarte la factura. Y buena parte del pago corresponde a tu piel. Al fin y al cabo, esos excesos que has abrazado tan alegremente están cargados de toxinas que la afectan negativamente. Obsérvala bien: esas imperfecciones, esa deshidratación y esa falta de luminosidad no estaban ahí antes. No en ese grado. Por suerte, en Skeyndor hemos ideado una solución. Veámosla paso a paso.
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