Las mascarillas faciales no son una invención reciente, se han venido utilizando durante siglos y se cree que Cleopatra ya utilizaba productos caseros como la clara de huevo para suavizar su rostro.

Son  un ritual de rejuvenecimiento con efecto flash inmediato y aportan potentes beneficios a la piel ya que al dejarlas expuestas durante un espacio de tiempo, por la oclusión que producen, favorecen la penetración de los principios activos.

Hay gran variedad de ingredientes y texturas para cubrir las necesidades de los diferentes tratamientos y pueden ser de uso casero o para aplicarse en el Centro de Estética junto a los tratamientos Profesionales.

Según su acción, podemos destacar diferentes tipos de mascarillas faciales:

  • Hidratantes. Diseñadas para aportar la máxima humectación a la piel  y restaurar el nivel óptimo de hidratación en la capa córnea, que es esencial para mantener su función, equilibrio y retención de agua. El efecto es una piel luminosa, flexible y con niveles altos de hidratación. Algunas llevan moléculas de Ácido Hialurónico y Aquaporinas y son capaces de transportar agua a niveles más profundos. Las mascarillas hidratante y normalizante, de la línea Essential Line y de Power Hyaluronic, cumplen éstas funciones.
  • Pieles Sensibles. Su función es calmar, descongestionar y hacer una vasoconstricción cuando los capilares están dilatados como en la couperose o pieles muy frágiles. Sus ingredientes activos generalmente son extractos de plantas o circulatorios y suelen ser de acción criogénica. Un ejemplo de este tipo son las mascarillas de la línea AQUATHERM como control de pieles sensibles,  velo de colágeno, etc.
  • De Alginatos. Son derivadas de algas y en su composición contienen minerales. Se mezclan dos fases una de polvo y otra de gel, una vez expuestas se van gelificando y permiten retirarlas de una sola pieza. Al ser tan cubrientes, realizan una osmosis que permite penetrar principios activos que hemos puesto bajo la mascarilla y a la vez ellas también tienen diferentes acciones. Nutritivas, Secas y Desvitalizadas de la línea MASCARILLAS CORRECTORAS
  • Reafirmantes. La piel puede mejorar notablemente la flacidez con el uso de estas mascarillas a base de centella asiática, aloe vera, vitaminas, colágeno, etc. Algunas de ellas pueden ser de Global Lift,  Natural Defence, velo de colágeno o Eternal, que hacen un efecto tensor inmediato.
  • Purificantes. Creadas para limpiar, purificar, calmar y con acción astringente, son fórmulas libres de aceites, destinadas a pieles con hipersecreción sebácea o con acné. La línea Clear Balance cumple esta función ya que normaliza los lípidos, afina el folículo y no engrasa.

¿Sabes cuál es el tipo mascarilla facial que necesitas? ¡Pregunta a tu consultora de belleza!

Redactado por Silvia Gascón
Especialista en belleza Asesora y formadora de tratamientos cosméticos, ofrecerá curiosos trucos y consejos para sacar el máximo rendimiento a todos los productos y a sus resultados.
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