El cuerpo humano mayoritariamente está compuesto de agua. Esto es así porque el agua es el medio fundamental donde las células (unidades vitales del desarrollo y renovación de los tejidos) pueden ejercer su función. En la piel, el contenido funcional de agua o nivel de hidratación depende del balance neto de su hidrodinámica.
La hidrodinámica
Pero, ¿qué es la hidrodinámica? Es la medida de entrada y salida de agua en la piel. Entonces, si están en equilibrio la piel mantiene su grado óptimo de hidratación, garantiza el proceso de renovación; y normaliza al aspecto y función protectora de la piel. Una piel hidratada es sinónimo de una piel sana.
Pero mantener una piel hidratada no es una tarea sencilla. Para conseguirlo el cosmetólogo tiene que conseguir equilibrar las diferentes funciones de aporte y pérdida controlada de agua que dan a la piel el grado necesario de hidratación, sin encharcar o secar en el proceso los distintos estratos internos.
En definitiva, un buen cosmético hidratante es aquel que consigue ajustar los flujos de entrada y salida de agua en la piel y mantener las reservas necesarias de agua en su interior, sin encharcarla o secarla.
¿Tú ya tienes el tuyo?
De momento no porque por el verano apenas utilizo nada.