belleza verano

Estos problemas de belleza son muy comunes durante la época estival. Si bien lo ideal sería prevenirlos, te explicamos qué hacer en caso de no haber podido evitarlos.

 

“Me he quemado”

¿Qué hacer cuándo te has quemado? Para empezar ya sabes que esto no debería haber ocurrido… Una buena rutina solar te proporciona un bronceado bonito y saludable al mismo tiempo. No hace falta que se enrojezca la piel para que adquiera ese tono dorado que todas buscamos… Aunque lo ideal sería no llegar a este extremo, si ocurre, lo mejor que puedes hacer es lo siguiente:

  1. Dúchate con agua tibia para quitarte los restos de cloro, arena, sal… Utiliza un jabón neutro.
  2. Sécate suavemente y aplícate un producto específico para después del sol, que calmará la piel al mismo tiempo que te proporcionará hidratación, regeneración y frescor.
  3. Evita volver a exponerte el sol hasta que el eritema solar haya desaparecido. Después de las duchas aplica un tratamiento corporal hidratante para mantener el nivel del agua en tu piel.

Si después de una exposición solar prolongada, además de enrojecimiento de la piel notas mareos, dolor de cabeza, sudores, etc. acude al médico rápidamente ya que podría tratarse de un golpe de calor o una insolación.

 

“Me noto la piel seca”

La deshidratación es un problema habitual durante el verano. A la pérdida natural de agua de la piel hay que sumarle la sudoración a causa de las altas temperaturas así como una exposición solar más prolongada e intensa. ¿Cómo compensar?

  1. Protégete. Si durante el año es importante llevar protección solar, en verano se hace imprescindible. Además de tratamientos con un plus de protección, si vas a la playa o la piscina, debes utilizar un fotoprotector. Asegúrate de que utilizas uno que te protege de todo el espectro solar, como nuestros nuevos solares con Blue Light Technology, que además de protegerte de los rayos UVA, UVB e Infrarrojos también lo hace la Luz Azul, causante de la proliferación de radicales libres y envejecimiento prematuro.
  2. Bebe abundante agua fresca, a pequeños sorbos y de forma continuada durante todo el día.
  3. Dale un plus a tu piel si crees que lo necesita. Una mascarilla o un concentrado hidratante, por ejemplo, te ayudarán a recuperar el equilibrio hídrico de la piel.

 

“Me salen manchas”

Si tienes predisposición a que te salgan manchas, tu piel te está pidiendo a gritos una mayor protección solar y un tratamiento específico.

La melanina es uno de los métodos de protección de nuestra piel cuando nos exponemos a los rayos de sol. Las personas con tendencia a tener manchas provocadas por la exposición solar deben extremar su protección, así te recomendamos que no abuses a la hora de tomar el sol y que siempre lo hagas con alta protección. También te recomendamos un tratamiento específico anti-manchas y recuerda que después de verano puedes hacerte un peeling para tratarlas. Tu esteticista de confianza te aconsejará si es una buena solución para tu caso.

 

¿Preparada para el verano?

 

Redactado por Silvia Gascón
Especialista en belleza Asesora y formadora de tratamientos cosméticos, ofrecerá curiosos trucos y consejos para sacar el máximo rendimiento a todos los productos y a sus resultados.
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