Cómo cuidar la piel en verano

Las altas temperaturas y el sol de verano afectan a nuestra piel más de lo que te piensas. Durante esta época se hacen imprescindibles ciertos cuidados específicos para proporcionar la hidratación pérdida con el sudor, la recuperación después de la exposición solar, etc. ¿Qué debemos tener en cuenta para llegar a septiembre “con nota”?

• Las noches de verano son las mejores del año. Pero no nos referimos a esas precisamente, sino a las que pasamos dando vueltas de un lado a otro y que hacen que nos levantemos empapados de sudor… Ante el calor nocturno, no podemos hacer mucho, pero sí te recomendamos que por la mañana te eches agua fría en el el rostro para refrescarte y te limpies con agua micelar para eliminar todas esas impurezas acumuladas durante la noche: restos de sudor, células muertas… ¡Empieza el (caluroso) día con una piel impecable!
• Durante el verano hay que ir con cuidado con la exfoliación. Y es que nuestra piel está más sensible por la exposición solar y el calor. Aun así es importante exfoliarla una vez a la semana para eliminar más en profundidad los restos de arena, sal, sudor y células muertas que no se hayan ido con la ducha o la limpieza con un producto específico. Recuerda masajear con suavidad y aplicar un tratamiento hidratante posteriormente.
• Proteger y reparar. Imprescindible en verano es proteger la piel del sol y aplicar un tratamiento reparador después de la exposición solar. Asegúrate que el fotoprotector te protege de un amplio espectro de rayos (UVA, UVB, Infrarrojos y Luz Azul) y recuerda cómo seguir una rutina solar ideal para quedarte solo con lo bueno del sol.
• Otro imprescindible del verano es la hidratación: por dentro y por fuera. Hay que beber agua frecuentemente durante todo el día, e hidratar la piel de rostro y cuerpo después de cada ducha. Si durante el día el calor aprieta y quieres refrescarte, recuerda que con nuestro concentrado de agua termal hidratarás, calmarás y refrescarás el rostro al mismo tiempo.

¡Feliz verano!