Estrenamos nuevo año y, por fin, dejamos atrás los excesos navideños. Sin embargo, es ahora cuando las comilonas y los brindis de estos días pueden darnos un disgusto no solo en la báscula, sino también en el espejo.
Si hay una parte del rostro que delata especialmente el cansancio y la falta de sueño es, sin duda, la piel de alrededor de los ojos. Es por eso que, al final de la jornada, es habitual descubrir unas ojeras oscuras y bolsas en los párpados al mirarnos en el espejo.
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