Los efectos de los rayos ultravioletas, la cantidad y calidad de melanina que cada persona posee determina su capacidad frente al sol. Sin embargo, seamos más sensible o menos a sus efectos, la verdad es que, aunque aporta muchos beneficios, la exposición al sol puede ser peligrosa, principalmente por el riesgo a padecer melanoma.
En realidad, la mejor protección que tenemos contra el sol son las cremas solares. Estas mantienen nuestra piel hidratada a la vez que acaban con la mayoría de las radicaciones que emite el sol. Después de haber tomado el sol y de habernos duchado, es importante que hidratemos con after sun, que calmará nuestra piel de la exposición solar.
Aunque usemos crema solar correctamente y seamos constantes en su aplicación, aproximadamente cada 2 horas, en ningún caso se recomienda que estés expuesto entre las 12h y 16h, es decir, las horas en las que el sol pica más. ¿Por qué? Porque es cuando es más intensos y sus efectos más peligrosos.
Otra forma de protegerte del sol es usar gafas de sol, ropa de algodón porque transpira más y nos protege mejor que el poliéster, sombreros, y ¡sombrillas!
No te olvides de ir hidratando tu cuerpo y de tomar alimentos ricos en vitamina A que ayudan y facilitan la producción natural de melanina, como la zanahoria y el tomate.
Sabes que es importante protegerte, ¡no te la juegues!