Ya sabemos lo que ocurre cuando las temperaturas bajan… ¡El organismo pierde fuelle! Y con él, la piel, que se resiente con la llegada del frío, el cambio horario, el descenso de horas de luz… Todo esto se traduce en una falta de luminosidad y elasticidad a la que podemos ponerle freno con una buena alimentación, un poco de ejercicio y tratamientos que nos aporten aquello que nuestra piel necesita. ¡Y que el otoño no nos pare!
La mejor combinación antioxidante e hidratante
Para darle a tu piel las herramientas necesarias para hacer frente al cambio de tiempo hay que tener muy claras las dos principales:
- Hidratación.
- Antioxidantes.
¿Cómo combinarlas?
Un tratamiento hidratante con una fórmula de elevado contenido en ácido hialurónico de muy bajo y alto peso molecular y un contorno de ojos con vitamina C de alta absorción y extracto de granada para suavizar las ojeras y pequeñas arrugas, así como para descongestionar párpados y bolsas.
Una crema/emulsión energizante que aporta un efecto luz sobra piel formulada con vitamina C de alta absorción y extracto de granada y un gel refrescante para el contorno de ojos que proporciona un efecto lifting y que disminuye las ojeras, que además fortalece las pestañas.
Una mascarilla facial con agua polarizada y un elevado contenido en ácido hialurónico de muy bajo y alto peso molecular y un tratamiento de shock para la piel que devuelve la luminosidad y el resplandor en pocas sesiones.
Recuerda que estos tratamientos no sirven de nada si no te cuidas, también, por dentro, y en esta época del año de cambios, los consejos de alimentación de Lou Mateos y las sesiones de yoga de Xuan Lan serán perfectas para afrontar el otoño con la máxima energía. ¿Quién dijo que era una época triste! 😉
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