Los protectores solares no solo nos protegen de las quemaduras, sino también del fotoenvejecimiento y del cáncer de piel. Esto sí, para que los protectores sean efectivos hay que escogerlos bien y utilizarlos correctamente.
El verano es la época en la que la piel está más hidratada, tersa y bronceada pero también es el momento en que sufre más agresiones externas. El sol, la sal de la playa, el cloro de la piscina o el calor pueden generar impurezas en la piel.
Se acaba agosto y vuelve la rutina al trabajo. Todo el esfuerzo por broncearte en vacaciones desaparece lentamente de tu piel y te preguntas… ¿Cómo mantenerlo?
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