La superficie de la piel (estrato córneo) se renueva continuamente a través de dos procesos que se producen de manera sincronizada: la descamación o eliminación de las células muertas que se acumulan en la superficie y la proliferación celular o desarrollo de nuevas células derivadas de las células madre epidérmicas, que se desplazan hacia arriba desde la base de la epidermis.
Este ciclo completo tiene lugar cada 21 o 28 días. Sin embargo, con la edad, los procesos de descamación se debilitan, y con ello se reduce la velocidad de eliminación, acumulándose piel vieja. Por otro lado, la proliferación celular (a través de las células madre) también disminuye, por lo que en general toda la epidermis envejece, no sólo su superficie. Entonces, se corre el riesgo de que la tez empiece a lucir apagada y poco jovial, porque no puede absorber los nutrientes necesarios, ni oxigenarse suficientemente.
La exfoliación física o del estrato córneo activa la circulación, suaviza la piel y, lo más importante, aumenta la velocidad de descamación de la misma, porque ayuda a desprender las células muertas acumuladas. En pieles jóvenes, con un potencial de renovación intacto, la descamación inducida de la piel (es decir, la exfoliación) estimula la proliferación de nuevas células epidérmicas, manteniendo un equilibrio. Sin embargo, en pieles maduras o en determinados estados carenciales, este estímulo resulta insuficiente, requiriendo de un tratamiento externo, encaminado a revitalizar la actividad de las células madre epidérmicas.
Es, en conjunto, un proceso que da excelentes resultados a largo plazo y no sólo rejuvenece la piel: puede ayudar a minimizar durezas y celulitis después de los excesos del invierno, dejando tu cuerpo listo para la operación bikini.
Cada vez los exfoliantes son más sofisticados y alcanzan mejores resultados: alisan la piel, la renuevan e incluso la hidratan. Un ejemplo es el Peeling Crema Corporal Con Naranja de Skeyndor, que no sólo limpia y regenera la piel, sino que gracias al aceite que desprende por toda la piel dan un toque satinado y perfectamente renovado en la tez.
Un consejo: después de la exfoliación en sí misma, es muy importante aplicar crema hidratante para nutrir la piel y para finalizar el proceso con éxito, protegiendo las células nuevas con una capa hidratante que les dé flexibilidad. Así que no te lo pienses y mima tu piel, cuando pasen unos años te lo agradecerá 😉