¿Te encanta hacer deporte? ¡Eso es maravilloso! Al fin y al cabo, huir del sedentarismo es importantísimo para mantenerse en un buen estado de salud física y mental. Es la mejor medicina contra el envejecimiento. Eso sí: los días de entrenamiento debes adaptar tu rutina de cuidados faciales previos y posteriores para protegerte de ciertas amenazas para tu piel del ejercicio físico como la acumulación de sudor con potencial para obstruir los poros, la pérdida de hidratación o la exposición continuada a elementos agresivos como el sol o el viento. Pero no pasa nada porque en Skeyndor vamos a darte todas las claves que necesitas. Hora de cuidarse. Solo dinos horas de entrenamiento y tipo de piel.

El verano ya está aquí. Y los planes en la calle con mucha piel al descubierto para paliar el calor. Y las visitas a la piscina. Y las escapadas a la playa. Está claro: comienza una relación mucho más estrecha entre los rayos del sol y tu piel. Una relación peligrosa cuando no tomas las medidas adecuadas para proteger a esta última. Y ojo: no estamos diciéndote que te pases el verano metida en casa o que vayas con ropa de invierno una tarde de julio. No es sensato ni recomendable. Lo que queremos decirte es que sigas una serie de recomendaciones clave que no solo mantendrán tu piel cuidada y bonita, sino que además te protegerán de enfermedades de la piel. ¿Empezamos?

Como ya habrás notado durante los últimos años, las estaciones están cambiando y la primavera se acorta cada vez más. Ahora, pasamos de las bajas temperaturas del invierno a máximas diarias propias de los meses de verano en cuestión de semanas. Y eso son malas noticias para tu piel. Al fin y al cabo, son más días de exposición a la radiación solar y, lo que es más grave, de manera repentina, sin que pueda transitar un periodo de adaptación que la proteja de la intensificación de dicha radiación. De ahí la necesidad inmediata de modificar tu rutina de cuidado facial e incluir en ella fórmulas con protección solar. Son determinantes. ¿Pero sabes cómo usarlas?