Después de explicar los orígenes de la cosmética en Occidente, hace 5.000 años, nos habíamos quedado con los romanos y sus termas y mascarillas. Pero hasta entonces la profesión de esteticista no existía como tal, se mezclaba con la del médico y otras actividades.
A principios de la Edad Media empieza a aparecer el oficio de esteticista. En occidente era una esclava distinguida que se ocupaba de la señora, mientras que en China era un altísimo honor, ya que podía tocar a la Soberana Emperatriz.
De hecho, era un título nobiliario que la hija heredaba de la madre junto con sus secretos y trucos de belleza, que no debía revelar jamás. Ella debía decidir qué cosméticos se preparaban y cómo, cuándo recoger las plantas para que estuvieran perfectas para hacer ungüentos y mimar hasta el más pequeño detalle.
Una vez hechos los cosméticos (siempre bajo la atenta mirada de la esteticista) se probaban en mujeres cuidadosamente escogidas por ser parecidas a la emperatriz. Sólo las mejores mezclas llegaban a tocar la piel de Su Alteza, que agradecida por los resultados solía cuidar para que a su esteticista no le faltara de nada.
Hoy en día es difícil entender tanta devoción por una sola persona, pero en el momento era lo más normal. En el siguiente capítulo, hablaremos de la estética en la era industrial.
ein B�ndel von jammern �ber etwas, dass gade beheben, wenn Sie zu besch�ftigt, auf der Suche nach Aufmerksamkeit werent.