En España, la caducidad de los cosméticos está regulada por una normativa de la Unión Europea que obliga a las marcas a poner una fecha de consumo recomendado una vez abierto el producto; el nombre de este etiquetado se llama PAO (Period After Opening).
Seguro que te has fijado en que las cremas y productos de maquillaje suelen llevar en la etiqueta un dibujo de un tarro con un número y una M (meses). Este símbolo indica el tiempo aconsejado durante el que podemos utilizar el producto una vez abierto. Así, si vemos el símbolo “6M”, por ejemplo, quiere decir que es aconsejable terminar el producto en un tiempo no superior a los 6 meses. Si no hay ningún tipo de indicación, es que el producto tiene una caducidad superior a los 30 meses (3 años).
Puede ocurrir que hayamos abierto un producto cosmético y no recordemos cuando. En estos casos, hay que comprobar el color, el aroma y la textura, es decir, si hay grumos, si se ha vuelto de un color más amarillo (oxidación), si está más oleoso… Y es que los componentes de las cremas se van degradando con el paso del tiempo, sobre todo si el frasco está abierto y la fórmula ha entrado en contacto con el exterior.
Hay que tener especial cuidado con…
– Los protectores solares también caducan y se estropean una vez abiertos y “olvidados” en el cajón durante todo un año. Los expertos recomiendan renovarlos cada estación, ya que los rayos UVA y UVB son cada vez más perjudiciales y es posible que el producto haya perdido eficacia durante este tiempo abierto sin ser usado.
– Los contornos de ojos son otro de los productos con los que debemos tener más cuidado, ya que el área a tratar es mucho más fina, delicada y sensible que la del resto del rostro y, por lo tanto, mucho más reactiva.
Cómo cuidar la eficacia de los productos
– Recomendamos guardar los tratamientos cosméticos y el maquillaje en un lugar fresco y seco, donde nos les dé la luz directamente.
– Si la crema viene en un tarro, aplícatela siempre con las manos limpias, ya que al introducir los dedos en el producto es posible que dejemos algún residuo que altere la fórmula a largo plazo.
– Los utensilios de maquillaje, como las brochas, no tienen fecha de caducidad, pero debes limpiarlos periódicamente y renovarlos cuando sea necesario.
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