Cuando nos compramos un tratamiento queremos exprimir el máximo de sus beneficios. Y eso no solo pasa por lo que su fórmula pueda aportar a nuestra piel, sino también por cómo los cuidamos para que sus propiedades permanezcan intactas el máximo de tiempo posible. Si sigues estos fáciles consejos, te asegurarás de cuidar correctamente tus tratamientos para que le aporten a tu piel todo lo que necesita.
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