La mascarilla es un formato que nos ayuda a cuidar nuestro aspecto. Sus funciones pueden ser tan variadas como las de cualquier formato de cosmética como cremas, serums o tónicos; y abarca desde usos básicos como el mantenimiento (hidratante, nutritivo, renovador, astringente), la corrección de nuestro aspecto (antiarrugas, antimanchas, antiedad), hasta usos de tipo sensorial y lúdico, como proporcionan las envolturas de tipo Spa.
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